lunes, 25 de mayo de 2009

Los niños de Hoy


Abrió los ojos inmediatamente después de su nacimiento y trató de captar objetivamente el medio ambiente, cosa que sucede habitualmente después de las primeras semanas.


Una mirada clara, penetrante y segura que jamás olvidaré mi miró a lo ojos y luego observó todo el entorno donde se encontraba incluido a su padre que lo sostenía entre sus brazos.
Nos miró y me estremecí.
No era la mirada de un bebé sino de un adulto.
Graciela [1]


[1] Esta percepción personal coincide con el comentario de George Kuhlewind quien afirma que el niño pequeño nace sintonizado con el “comprender” a través de los signos y que el primer signo es el contacto visual cuyo significado es demasiado grande para expresarlo con palabras. Si observamos claramente estas expresiones podemos sacar de su hecho una conclusión: el niño tiene una vida pre-natal el ser espiritual ya existía antes de su nacimiento. Pues la mirada autoconsciente se puede distinguir claramente de la simplemente “mira” al mundo. La autoconciencia en la mirada es algo inconfundible y en ella puede reconocerse no solo la autoconciencia, sino también dignidad. La mirada revela también algo más cuando viene más grande: “dice lo que ve”. (Kuhlewind)

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