sábado, 3 de julio de 2010

Escuela y Educación:una mirada antroposófica.



Uno tenía que atiborrar su mente con todas estas cosas, gústele o no. Esta coerción tenía un efecto deteriorante tan grande que después que pasé el examen final descubrí que tener que considerar cualquier problema científico resultó desagradable durante todo un año. Es un milagro que los métodos modernos de instrucción no hayan estrangulado totalmente el sagrado espíritu de la investigación: porque esta delicada planta, además del estimulo, necesita la libertad para sobrevivir; sin esto, naufragará y se arruinará sin duda. Es un grave error pensar que el disfrute de observar e investigar se puede promover por medio de la coerción y el sentido del deber.
Lo único que interfiere con mi aprendizaje es mi educación

Albert Einstein


Una de las temáticas que mayoritariamente preocupan a los padres y maestros de nuestros niños y adolescentes de hoy es su comportamiento y rendimiento escolar. En términos globales y sin ánimo de caer en erróneas generalizaciones, los resultados “académicos” esperados para con muchos de ellos dentro del aula distan de la media general y de las expectativas puestas en ellos.
Una escuela que castiga a los niños que se atrasan negándoles su derecho al recreo, (no olvidemos que la sed de jugar se calma con juego) un libro de firmas para cuando hay que encauzar una conducta, sistemas pedagógicos perimidos y anticuados para las nuevas generaciones informatizadas y la pérdida de valores para la educación parecen ser una antídoto común en casi todas las escuelas. Largas tareas semanales, “frases hechas “de dudosa realidad sin revisionismo histórico sobre nuestra formación como país y la impotencia e incapacidad de muchos docentes para dar respuestas “originales y creativas” han inundado nuestras aulas.
Ustedes preguntarán por la “disciplina”, pues probablemente sean necesarias sin tijeras. Es dentro del propio acompañamiento con amor y confianza mutua que los niños se autorregulan, sin necesidad de recurrir al grito que genera pérdida de respeto para el propio maestro. Un niño o un adolescente que escucha un grito constante en sus oídos (sin nombrar los exabruptos que habitualmente pueden oírse) generan paulatinamente la total pérdida de respeto del vínculo central y necesario entre un docente y sus alumnos.
Soy una ferviente defensora de los maestros y se que ellos hacen los que pueden y les enseñaron a hacer, y que ellos también son producto de un modo de ver y pensar la educación que vivieron en carne propia y que nadie les enseñó a cambiar.
La pérdida progresiva del “respeto a los saberes diferentes” y de que cada niño o adolescente es un ser único e irrepetible con dones para desarrollar, parece haberse perdido entre cursivas e intrincadas ecuaciones de matemática.
Ayer mi nene de 9 años reflexionaba conmigo: “mamá, de que sirve izar y bajar la bandera si eso no nos hace mejores personas, si no hay ejemplo”… debo reconocer que me puso en apuros, pues detrás de su simple comentario había una dura y ácida mirada sobre nuestra escuela y lo que ella le enseña a recitar de memoria.
Los test de inteligencia, los exámenes escolares enredados y largos - a veces siento que el docente disfruta de ellos y en ver la equivocación de cada niño- valoran solo la adaptación del niño al lenguaje y al pensamiento escolar preestablecido por el sistema educativo que puede dar resultados aparentemente bajos en el rendimiento escolar y que puede ocultar tras de sí a un niño inteligente que dispone de nuevas ideas o una forma diferente de resolver los problemas. Solo conocemos un pedacito de nuestro cerebro, el resto está allí dormido dispuesto a ser conocido.

Y si bien, - como afirma Rudolf Steiner- , la mayoría de los niños tienen la capacidad para responder a los métodos de enseñanza de hoy en día y se ajustan a las normas aceptadas, que esto sea o no lo mejor para su salud en años posteriores constituye una parte importante de discusiones que aquel autor tenía con maestros hace tantos años atrás.
La distracción, desinterés por las tareas habituales, cuestionamiento a los contenidos impartidos, imposibilidad de resolver problemas o ejercicios matemáticos simples, dislexia, hiperactividad entre otras parecen ser un patrón común en muchos escolares.
Si profundizamos en este comportamiento, podemos observar:
o No entender porqué hace las cosas mal.
o Es inteligente, pero no necesariamente el mejor promedio,
o Resuelve problemas sin necesidad de hacer un desarrollo paso a paso.
o Rechaza hacer las tareas.
o Cuestiona la autoridad de los maestros, desafía conceptualmente.
o Mucho vocabulario.
o Diagnosticado con déficit de atención con hiperactividad.
o Le gusta ser autor, no seguidor.
o Solo acepta ayuda en un marco de escoger.
o Tiene mala ortografía.
o Aprende más por exploración, en forma creativa y reflexiva.
o Solo pone atención en aquello que resulta de su interés.

Como afirma Steiner: “¿de que sirve presentarle a los jóvenes toda clase de minerales, plantas, animales, experimentos físicos si los símiles que les ofrece el mundo sensible luego no se aprovechan para llegar a vislumbrar los misterios del espacio?” . Un educador, afirma el autor, con un corazón bondadoso, compenetrado por el mundo suprasensible que profundiza las percepciones llega a poder realizar de la educación del niño un culto, en el que amamos al ser que nos ha sido enviado desde el mundo espiritual….


La lateralidad de los hemisferios cerebrales

El desarrollo del hemisferio derecho (intuitivo) por sobre el izquierdo (raciocinio) parece ser una de las causales de tal comportamiento. Estos niños operan primariamente desde el lóbulo derecho del cerebro. Esto quiere decir que son muy creativos, intuitivos, imaginativos y emocionalmente inteligentes.
Una persona orientada por el lóbulo derecho aprende mucho más rápidamente y con frecuencia hace saltos intuitivos que demuestran asombrante inteligencia. Pero el sistema escolar está ajustado para el funcionamiento del lóbulo izquierdo, racional, lógico, repetitivo, acumulativo, organizado y rutinario.

Los niños de la nueva generación tienen la facultad de manejar igualmente ambos lados de su cerebro, de manera equilibrada, naturalmente y sin conflictos (sobre todo si su educación está bien encaminada).

Nuevos niños, nuevos modos de aprender.

La inteligencia visual-espacial- patrimonio de muchos niños- es considerada como la habilidad de pensar y percibir el mundo en imágenes, se piensa en imágenes tridimensionales y se transforma la experiencia visual a través de la imaginación. Es la inteligencia que manifiestan los marineros, los pilotos, los ingenieros, los cirujanos, los escultores, los arquitectos o los decoradores y diseñadores, entre otros profesionales. Este tipo de inteligencia se encuentra en aquellas personas que poseen una gran capacidad para pensar en tres dimensiones. Además, permite percibir imágenes externas e internas, recrearlas, transformarlas o modificarlas, decodificar información gráfica. También se encuentra relacionada con la sensibilidad que tiene el individuo frente a aspectos como: color, líneas, forma, figura, espacio y la relación que existe entre ellos. (Marieli Maury)
Vázquez Escalona, comenta que las personas con una predominancia del pensamiento visual-espacial, (mediante imágenes multidimencionales) sobre el pensamiento verbal-lineal, (a través de las sonidos del lenguaje y la interpretación del símbolo), son muy creativas, sensibles, presentan un fuerte sentido de justicia y se encuentran en una constante lucha por adaptar su estilo de aprender y pensar a los métodos convencionales que, generalmente no conocen ni reconocen esta diferencia. Los errores y síntomas negativos se pueden detonar dramáticamente cuando la persona se encuentra confundido y estresado, también el exceso de presión que el medio ambiente ejerce y el miedo al fracaso tan común para ellos determinan el éxito o el fracaso de una persona que piensa de esta forma.
Es interesante como esta especialista nos describe al pensamiento visual-espacial:

Características generales:

- Puede parecer brillante y articulado pero no comprende plenamente lo que lee.
- Al escribir no tiene buena ortografía, esta es fonética e inconsistente.
- Alto IQ, pero sus calificaciones no lo demuestran. Le va mejor en exámenes orales que en escritos.
- Se siente menos capaz de lo que en realidad es, se frustra fácilmente, esconde sus debilidades con estrategias compensatorias ingeniosas; no le gustan los exámenes.
- Usa soluciones compulsivas (esfuerzo excesivo) para obtener resultados.
- Talentoso en mecánica, diseño, artes, deportes, teatro, música, comercio. Sus habilidades están encaminadas hacia carreras en donde se desarrolle el talento creativo.
- Con frecuencia se le ve soñando despierto, pierde el sentido del tiempo y se le dificulta poner atención.
- Síntomas de hiperactividad y/o hipo actividad.
- Hay una inconsistencia en sus resultados; a veces le va muy bien y después fracasa.
- Sus estados emocionales pueden fluctuar mucho a causa de la constante confusión.
- Gran talento creativo, intuición muy desarrollada, tenacidad y perspicacia.

Visión y Lenguaje.

- Se queja de mareos, dolores de cabeza o de estómago cuando lee.
- Confunde letras, palabras, secuencias o explicaciones verbales.
- Al leer o escribir presenta repeticiones, adiciones, omisiones, sustituciones o invierte letras.
- Se angustia con la lectura cuando no comprende aunque lea y vuelva a leer (en especial cuando esta en muy técnica y no se la puede imaginar)
- En los exámenes se puede brincar preguntas e incluso no ver párrafos completos y no comprender las instrucciones escritas.
- No les gusta leer en público y cuando están nerviosos cometen muchos errores y estas ocasiones su lectura es muy deficiente (aunque sí sepan leer).
Oído y Lenguaje.

- Tienen un oído extendido, su percepción auditiva es muy aguda.
- Se distraen con los sonidos fuertes e incluso les llegan a molestar mucho.
- En ocasiones oyen cosas que no se dijeron o que no son aparentes para los demás.
- Se pueden desconectar del “Aquí y Ahora” viendo y escuchando sus propios pensamientos.
- Pueden hablar en frases entrecortadas, dejan oraciones incompletas; tartamudean cuando están estresados; no pronuncian bien las palabras largas o trasponen frases, palabras o sílabas cuando hablan.


Escritura y Habilidades Motoras.

- Tiene problemas copiando un texto, toma el lápiz de forma diferente.
- Su escritura es muy variable, puede escribir bien y bajo presión su escritura se vuelve ilegible.
- Manifiesta poca coordinación, es torpe en los deportes o puede presentar el rasgo opuesto, ser excelente deportista y deficiente en el área académica.
- Presenta mareos frecuentes.
- Puede ser ambidiestro, confundir derecha con izquierda y dificultad para orientarse.

Matemáticas y manejo del Tiempo.

- Se le dificulta decir la hora, manejar su sentido interno del tiempo.
- Hay dificultad para seguir secuencias.
- Dificultad para contar con la correspondencia objeto-número.
- Puede hacer operaciones matemáticas pero tener dificultad para los problemas escritos.
- Puede tener el resultado pero no el procedimiento.
- Si no comprende la lógica de lo que se le presenta no puede aprender.
- Se les puede dificultar el maneje de símbolos abstractos o sin respaldo de información. (química, física, matemáticas).

La educación del niño consistió y aún consiste las más de las veces en adaptarlo cuanto antes al mundo compuesto por signos y significados. En el pasado, esto podía dar más o menos resultado, porque en la educación todavía desempeñaban un papel los restos de sabiduría de tradiciones anteriores más basadas en lo espiritual. En este mundo de los adultos, desde hace más de veinte años nacen niños que son diferentes de aquellos a los que están acostumbrados y esperan padres y pedagogos. Estos niños fueron considerados y tratados durante mucho tiempo como extrañas aberraciones de “lo normal”. Por su gran número, que sigue creciendo, hoy está claro que no se trata de casos aislados, sino de que una nueva generación de almas, hasta ahora desconocida, entra en la tierra: niños que traen una gran madurez y que están descontentos con el mundo de los adultos tal como es hoy y que vienen a nuestra tierra con un poderoso impulso espiritual. Hoy ya no se puede cerrar los ojos a este acontecimiento. ( KÚHLEWIND, 2007,pág.. 77)
Quisiera rescatar una oportuna reflexión de Carl G. Jung en un antiguo texto, pero no por ello menos actual, donde dedica un capítulo al alma del niño dotado y a la educación de los mismos en particular:

“El niño dotado plantéale a la escuela un importantísimo problema, que , no obstante el optimo principio de auxiliar a los pobremente dotados, no nos es dable de de pasar por alto….El problema del dotado no es en modo alguno sencillo, pero no cabe designar como tal a un niño por el mero hecho de ser un buen alumno. Más aún en muchos casos ocurre precisamente lo contrario. El dotado puede inclusive caracterizarse por rasgos desfavorables: particular distracción, cabeza llena de tonterías, haraganería, negligencia, desatención, mala educación, testarudez e inclusive puede dar la impresión de de ser un niño poco despierto….. Los niños dotados no solo presentan complicaciones en el campo intelectual, sino también en el moral, en los sentimientos.
En el niño moralmente dotado las mentiras y otras deficiencias morales, tan frecuentes en los adultos, son susceptibles de provocar problemas perturbadores. Así como se subvalora la sensibilidad y la precocidad intelectuales, tampoco se advierte y se subvalora la crítica moral y sentimental del niño dotado. ”

Robert P. Ocke, dice que estos niños aculturados tienen a sus padres, maestros y figuras de autoridad como sus guías, su dirección para comprender la realidad. Frecuentemente estos niños se quedan encasillados en esta errónea orientación por el resto de sus vidas, dándole poca importancia a su voz interior espiritual y pronto dejan de obedecer a sus instintos. Como la mayoría en nuestra adormilada sociedad, ellos comienzan a calcular los valores en su vida, usando los inmanejables procesos de la razón. Este es el único parámetro para medir el éxito que se les enseña a los niños a valorar.
Los nuevos niños ofrecen una nueva consciencia acerca de la "auto imagen". Ellos brindan al planeta un nuevo entendimiento acerca de la humanidad y una visión de cómo vivir instintivamente. Ellos quieren vivir espontáneamente, instintivamente, ¡quieren simplemente Ser! Quieren decir las palabras correctas sin tener que pensar en ellas primero, quieren experimentar la pureza de una mente libre de problemas y responsabilidades fuera de lugar. Ellos quieren saber el gesto correcto, el comportamiento correcto y la respuesta creativa para cada situación. Esta es la visión de la humanidad que ellos nos enseñan. Ellos claman por que nosotros confiemos en nosotros mismos, en nuestros instintos en nuestros sentidos intuitivos. Cualidades estas que son el derecho de nacimiento de cada ser humano.

Afirma Benjamín Solari Parravichini, en sus psicografías, “una nueva educación llegará para el nuevo niño. Ella será superior porque el niño nuevo sabrá desde el nacer…” Pero, mientras nuevas escuelas se multiplican lentamente pensemos en términos florales para acompañar la llegada de estos niños a nuestros perimidos sistemas educativos.

La adolescencia.

En esta etapa los niños están reclamando que tienen un camino para andar, diferentes del de los padres y de los docentes. Nuestros hijos y nuestros adolescentes nos recuerdan que tienen que encontrar su propia felicidad. Que beneficioso sería colocarnos en pie de “respetarlos” .No luchar con nuestros “propios Egos” (padres y docentes) para doblegar los suyos y mostrarles quien tiene el poder y la sabiduría y demostrarles “quien manda”. Tan solo debemos mantenernos receptivos, disponibles y abiertos con humildad para guiarlos como padres o para darles información necesaria (solo la necesaria para la vida).
En el interior de cada docente, en el interior de cada padre de un adolescente mora la respuesta adecuada a cada momento. Hemos desprestigiado el valor de la entrega, de la escucha, del compromiso, de la devoción por nuestros hijos y alumnos. Un docente respetado desde su modo de “ser íntegro” causa más silencio y compromiso por parte de sus alumnos que una clase de gritos desaforados e injustas exigencias “académicas”. Si queremos ejercer un liderazgo natural en estos niños creciendo protejamos sus emociones, seamos guardianes de su crecimiento. Nuestros alumnos e hijos vienen a este mundo a “ser felices”, encaminemos sus potencialidades en lugar de frustrarlos transmitiéndoles nuestras propias frustraciones. ¿Qué sabemos nosotros sobre lo que ese adolescente guarda en su potencialidad sino no nos permitimos conocerlo? Cuando aprendemos a valorar a cada “ser como único e irrepetible” nace y crece con su propio potencial listo para salir a la luz.
Si el resultado de un grupo de exámenes es significativamente bajo en todos los alumnos de un Curso, ¿no necesita el docente repensar porque sus alumnos no entienden, no aprenden o no estudian? ¿No es esto un síntoma de que algo esta funcionando mal en el docente y lo que explica?
Soy docente universitaria desde hace más de veinte años, y cuando mis alumnos fracasan en sus exámenes de manera masiva, soy responsable por ese fracaso. ¿Estamos preparados desde la humildad para reconocer que hemos fracasado en cómo hemos explicado un tema escolar? ¿Somos capaces de conversar con ese otro ser de igual a igual para entender donde esta la falla?... creo que no. El docente se ha colocado desde un lugar de privilegio frente al alumno sin reconocer que éste ( el docente) también aprende de su alumno día a día.

La creatividad de los adolescentes y jóvenes es poderosímisima pero la escuela espera que hagan las cosas de una sola forma – normalmente como la pensó el maestro- , “podemos acompañar a nuestros adolescentes en el camino sin decirles cual es el camino”: la vida es la gran escuela a la que venimos a aprender aprendizajes vitales a nuestro ser.
Deseo rescatar en el cierre de este artículo con los comentarios del notable escritor brasilero Rubem Alves sobre la educación:

Educar es mostrar la vida a quien aún no la ha vivido.
El educador dice: “¡Atento, apunta!”
El alumno lee la dirección apuntada y ve lo que nunca vio
Su mundo se expande se ve más rico interiormente
Y, sintiéndose más rico interiormente, puede sentir mayor alegría y
compartir más alegría que esa es la razón por la que vivimos
La primera tarea de la educación es enseñar a ver.
Los niños a través
de los ojos tienen el primer contacto con la belleza y fascinación del mundo...”
Los ojos tienen que ser educados para que la alegría aumente
La educación consta de dos partes: educación de las habilidades y
educación de las sensibilidades”
Sin la educación de las sensibilidades todas las habilidades se tornan sin
sentido.” Los conocimentos nos dan medios para vivir la sabiduría nos
da razones para vivir.”
Quiero enseñar a los niños. Aún tienen los ojos encantados
Sus ojos están dotados de aquella cualidad que, para los griegos, era el
principio del pensamiento:...”
“...la capacidad de asombrarse al contemplar lo más simple.”
Para los niños, todo es maravilloso: un huevo, una lombriz, un caracol, o
el vuelo de las mariposas, o los movimientos de las langostas, un
cometa en el cielo, una peonza en la tierra.
Cosas que los eruditos no ven,
En la escuela aprendí complicadas clasificaciones botánicas,
taxonómicas, nombres latinos, ya olvidados pero ningún profesor jamás
llamó mi atención sobre la belleza de una manzana o lo curioso de las
simetrías que muestran sus hojas.
Parece que en aquel tiempo, las escuelas estaban más preocupadas por
hacer que los alumnos memorizaran palabras que en comprender las
realidades que ellas representan.
Las palabras sólo tienen sentido si nos ayudan a ver mejor el mundo
Aprendemos palabras para mejorar los ojos
Hay muchas personas con visión perfecta que nada ven...
El acto de ver no es algo natural. Precisa ser aprendido.”
Cuando la gente abre los ojos, se abren las ventanas de su cuerpo y el
mundo aparece reflejado dentro de la gente
Los niños, sin hablar, nos enseñan las razones para vivir
Los niños no tienen saberes que transmitir
Su encanto es conocer lo esencial de la vida.”
Quien no cambia su manera adulta de ver y sentir
y no se hace niño,
jamás será sabio.

Graciela

viernes, 7 de mayo de 2010

Los ancianos y la terapia Floral


Si el abismo fue un cielo
Que cayó de espaldas
o, el cielo, es otro abismo
Que viene cayendo
boca abajo,
para ti el mar
será un diluvio
Que alcanzó la vejez
Nemer Ibn El Barud


Ingresar a un Hospital para un tratamiento gerontológico resultó para mi una experiencia sumamente reveladora. Aquel día mi padre ingresó con una problemática que lo obligó a ser internado. Los quince días en que lo acompañé en su enfermedad y todas las otras ocasiones en que concurrió para controles no pude evitar sentirme invadida por sentimientos y reflexiones sobre todos esos ancianos que allí se encontraban por numerosas enfermedades.
Transcurrían con sus cabelleras plateadas por el paso del tiempo, apesadumbrados, cansados, silenciosos, pacientes y cabizbajos. Algunos se enredaban en largas conversaciones que terminaban en monólogos y otros con sus gastados bastones buscaban sostener sus sombras y penares.
En otra Obra - que antecede a la presente- , afirmábamos algunos conceptos que nos gustaría volver a rescatar desde la mirada de nuestros “queridos y entrañables viejitos”.
Aquel libro, “Flores robadas en los jardines de Bach. Un acercamiento de su legado al alma de los niños de hoy - plantea en su título la relación con una famosa y olvidada novela literaria argentina - que llegó en aquel momento a mi mente de manera inusitada y que se remontaba a explicar metafóricamente la inocencia del niño cuando corta flores robadas de un jardín. Un juego clandestino en el que el alma inocente podía permitirse libremente disfrutar de la travesura y aventura de cortar flores bellas, pequeñas, olorosas, invasivas, rústicas, pero flores al fin.
El título de este trabajo que les proponemos se conecta con el anterior texto, pero no pretende convertirse en un “compendio” de colección sobre el legado de Bach y los diferentes tránsitos por esta vida, pero si imaginar como él interpretaría la enfermedad en una persona mayor de edad.
De manera fantástica Borges relata a la vejez, afirmando con su notable modo de expresarse: “La vejez (tal es el nombre que los otros le dan) puede ser el tiempo de nuestra dicha. El animal ha muerto o casi ha muerto. Quedan el hombre y su alma. Vivo entre formas luminosas y vagas que no son aún la tiniebla.”
De la misma e impecable manera, relata la relación con su bastón reflexionando:” Lo miro. Siento que es una parte de aquel imperio, infinito en el tiempo, que erigió su muralla para construir un recinto mágico. Lo miro. Pienso en aquel Chiang Tzu que soñó que era una mariposa y que no sabía al despertar si era un hombre que había soñado ser una mariposa o una mariposa que ahora soñaba ser un hombre. Lo miro. Pienso en el artesano que trabajó el bambú y lo dobló para que mi mano derecha pudiera calzar bien en el puño. Algo, sin embargo, nos ata. No es imposible que alguien haya premeditado este vínculo. No es imposible que el universo necesita este vínculo…”
Esta imagen de la “sombra de la vejez y el bastón”, el enfrentarse del cuerpo y el alma tan común en la vida de un anciano me llevó a reflexionar sobre la temática de la enfermedad. Imaginé ese vínculo entre anciano y pesar físico – sostenido por el bastón- en los cansados cuerpos de esta vida terrenal y en el significado que Eduard Bach le daría desde su mirada y a través de la interpretación de su legado.
Si hay alguien que nos dio un maravilloso jardín de flores que trascendió con su uso y aplicación los floridos campos, ese fue Eduard Bach. Si él viviera lo imagino dejando que los ancianos lentamente recorran sus jardines para permitirles tomar de él lo que el alma marchita necesita para continuar su camino a la eternidad.

El problema que para las familias suponen las personas de edad avanzada se plantea incluso en lo más elemental: no sabemos ni cómo referirnos a ellas. Tercera edad, personas mayores, viejos, abuelos, ancianos... Cada expresión tiene sus connotaciones, la elección no es baladí. En el fondo, este problema de denominación manifiesta la incertidumbre que padecemos ante los grupos socialmente menos favorecidos, o marginados de la vida cotidiana. ¿Dónde los colocamos? ¿Cómo los valoramos? ¿Cómo los tratamos? ¿Qué hacer para que no se automarginen, para que intervengan en el devenir de la sociedad? Un matiz importante: este desconcierto ante el fenómeno de la vejez lo muestran las familias y las generaciones más jóvenes, pero también las propias personas de edad avanzada.
La vejez es inevitable y forma parte del camino y del andar de cada ser humano. La enfermedad en la ancianidad, si bien tiene un patrón “natural” que se vincula al paso del tiempo, es un proceso -a menudo- largo y penoso que habitualmente se relaciona con la edad de la pérdida. La menor capacidad de recuperación y adaptación al inevitable deterioro y los cambios que se producen en los diversos órganos los enfrenta a una realidad dura y difícil de sobrellevar por los que el sistema floral de Bach puede brindar una ayuda significativa a la amenaza del paso del tiempo.
A través del pensamiento de Eduard Bach me propongo rescatar el profundo sentido que el creador de la terapia floral intentó transmitir a cada alma – y en este caso a la de los ancianos- como una vía “iniciática de crecimiento como hombres “ que tal vez estos cansados hombres no supieron o no pudieron comprender.
Durante últimos años mi preocupación giró en torno a varias consultas con médicos sobre la salud de mis padres, y las esencias florales que intenté utilizar para con ellos traté de pensarlas desde una visión profunda –iniciática al decir de Bach-

Tal como alguna vez expresara Bach a sus colaboradores,”…hay momentos como este en que espero ser convocado a dónde no sé”. Este pensamiento creo que se enrola dentro de la posibilidad de seguir ahondando sobre la vida de Bach, de superar definitivamente la agotada descripción de esencias florales para adentrarnos más en el “saber sobre el alma”, ser convocados a seguir trabajando para erradicar la ignorancia y para comprender a Bach en la profundidad de su pensar que, por cierto, se ha ido desdibujando con el paso del tiempo. Este libro pretende rescatar algo más que una fórmula floral para los ancianos, se enrola en la idea de brindar un humilde aporte a reencauzar el contenido de su obra.
Como afirma el Dr. Grecco, si el terapeuta en lugar de querer ser médico aprende a ser terapeuta, si en lugar de pensar en prescribir síntomas, se asume como transmisor de luz, si en lugar de soñar que él es el timón del proceso terapéutico, se relaja y se entrega a cumplir humildemente el mandato de su alma, que lo ha llevado al lugar donde está, a hacer lo que debe hacer, que es facilitar el camino de evolución de un semejante descarriado, si todo esto ocurre, entonces, la prescripción dejará de ser una cuestión técnica (cuya preocupación está alentada por hacer bien las cosas) para convertirse en un arte, y el terapeuta floral dejará de funcionar como un profesional que ejerce una actividad para transformarse en un creador que produce belleza, dado que, la salud, es la belleza de la personalidad, como el amor la del alma.

Eduard Bach encuadra a la enfermedad desde una óptica diferenciada, la misma no es vista como una cruel y fatídica realidad a la que hay que asumir, combatir y curar, sino un llamado del alma. Para darnos la oportunidad de reflexionar sobre nuestra personalidad y su distanciamiento de los designios de aquella. Bach, al igual que Paracelso o Hahnemann, afirmó que si los aspectos mental y espiritual se encuentran en armonía, la enfermedad no puede existir y que se puede juzgar la salud a partir de la felicidad.
Así como en nuestro anterior libro nos permitimos imaginar a Bach dejando que los niños corten flores libremente de un campo, ahora me permito discurrir sobre un paseo juntos entre Bach y un anciano,- quizás con un bastón de por medio- pero manteniendo el mismo intenso interés: permitir a estos entretenerse en sus largos días plagados de molestias, amenazas, soledad y cansancio con pequeñas flores que al sostener en sus esperanzadas manos se han convertido en mustias y lánguidas.
Como afirma Godofredo Daireaux: “Flores hermosas, las del deseo ¡purpúreas, enormes, y de perfume embriagador! El viajero anheloso se apura, sube, se trepa sin sentir el cansancio hasta la cima, de donde parecen inclinarse hacia él, iluminando el horizonte. Extiende la mano, toma de ellas un ramillete...
...El ramillete ya está ajado; sus colores han palidecido, sus pétalos se cierran, su perfume se evapora; ya no es la flor atrayente del Deseo; es la flor severa de la Realidad. La conserva el viajero; y mucho tiempo después, las volverá a ver, incoloras, con su perfume tenue y deliciosamente apagado de flores marchitas del Recuerdo.
Y si se da vuelta, verá que en la planta han quedado otras, purpúreas todavía, pero de una púrpura deslucida, triste, y cuyo perfume, a la vez suave y amargo, desconsuela. Son las flores del Pesar; también, en otro tiempo hermosas flores del deseo, dejadas ahí por descuido, por desdén o por olvido, por no haber podido o por no haber querido, también por no haberse atrevido quizá, o por no haber sabido.
Convengamos que la imagen que sobre la vejez que trasmite las sociedades económica y socialmente desarrolladas dista mucho de resultar atractiva o envidiable. En parte, puede explicarse por la decepción de contemplar que se va perdiendo el sitio, el protagonismo, el poder físico, intelectual, sexual, económico, laboral, pero no olivemos, como afirma el notable escritor Matsuo Bashoo,

…que la mariposa recordará por siempre que fue gusano….

Graciela

La vejez (tal es el nombre que los otros le dan)
puede ser el tiempo de nuestra dicha.
El animal ha muerto o casi ha muerto.
Quedan el hombre y su alma.
Vivo entre formas luminosas y vagas
que no son aún la tiniebla.
Buenos Aires,
que antes se desgarraba en arrabales
hacia la llanura incesante,
ha vuelto a ser la Recoleta, el Retiro,
las borrosas calles del Once
y las precarias casas viejas
que aún llamamos el Sur.
Siempre en mi vida fueron demasiadas las cosas;
Demócrito de Abdera se arrancó los ojos para pensar;
el tiempo ha sido mi Demócrito.
Esta penumbra es lenta y no duele;
fluye por un manso declive
y se parece a la eternidad.
Mis amigos no tienen cara,
las mujeres son lo que fueron hace ya tantos años,
las esquinas pueden ser otras,
no hay letras en las páginas de los libros.
Todo esto debería atemorizarme,
pero es una dulzura, un regreso.
De las generaciones de los textos que hay en la tierra
sólo habré leído unos pocos,
los que sigo leyendo en la memoria,
leyendo y transformando.
Del Sur, del Este, del Oeste, del Norte,
convergen los caminos que me han traído
a mi secreto centro.
Esos caminos fueron ecos y pasos,
mujeres, hombres, agonías, resurrecciones,
días y noches,
entresueños y sueños,
cada ínfimo instante del ayer
y de los ayeres del mundo,
la firme espada del danés y la luna del persa,
los actos de los muertos,
el compartido amor, las palabras,
Emerson y la nieve y tantas cosas.
Ahora puedo olvidarlas. Llego a mi centro,
a mi álgebra y mi clave,
a mi espejo.
Pronto sabré quién soy

Elogio de la Sombra
Jorge Luis Borges

jueves, 15 de abril de 2010

Uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino al hacerse consciente de lo oscuro.


-Pero desgraciadamente el camino que lleva a la totalidad está constituído por sendas intrincadas, por rodeos determinados por el destino.
Es una via longissima, que no sigue una línea recta, sino una línea serpenteada, que une los opuestos y que hace recordar los caduceos indicadores de caminos; es un sendero cuyos recodos laberínticos no están exentos de horrores. Y en ese camino es donde se verifican las experiencias que la gente se complace en llamar "difícilmente accesibles". Su carácter inaccesible estriba sólo en que tales experiencias son costosas: exigen aquello que el hombre más teme dar, esto es, la totalidad, de la que continuamente se está hablando, y sobre la que se teoriza infinitamente, pero que en la realidad de la vida se evita con grandes rodeos


La gente hace las cosas más absurdas para sustraerse a su propia alma. Se practican ejercicios indios de yoga de cualquier observancia, se respetan las prescripciones de ayunos, se aprende de memoria la teosofía, se ora de acuerdo con los textos místicos de toda la literatura mundial, y todo eso porque no se es capaz de afrontarse a uno mismo, y porque tales gentes no creen que de su propia alma pueda surgir algo útil. Y asi, paulatinamente el alma se convierte en ese Nazareth del que no puede provenir nada bueno, y por eso se busca el bien en las cuatro direcciones; cuanto más lejos y más chocante mejor(...)

El hombre merece que él mismo se ocupe de él, y en su alma reside aquello que puede hacer del hombre algo (porque está dentro, no afuera, sino todo adentro- Eckhart).
Vale la pena observar pacientemente lo que pasa en el silencio del alma; y ocurren las cosas más grandes y buenas cuando el alma no es regida desde afuera o desde arriba. Me complazco en confesarlo: tengo un respeto tan alto por lo que ocurre en el alma humana, que tendría miedo de perturbar y de deformar con torpes intervenciones la silenciosa obra de la naturaleza.

Carl Jung- 1943

lunes, 12 de abril de 2010

Nuestra misión como terapeutas florales....


Nuestra tarea es ser canales del plan de la evolución. La enfermedad va a permanecer hasta que la aceptación y el aprendizaje se realice. Solo somos responsables de abtrir nuestro corazon a una relación. Lo demás ocurre de acuerdo a los deseos del alma. No hay cnocimientos psicológicos que sustituyan la apertura del corazón y la disposición.

( gracias "maestro" por esta frase que me enviaste hoy....)

miércoles, 7 de abril de 2010

Alma de Tango...


Hola¡¡
Les comparto un extracto de un próximo libro que me gustaría editar...por ahora...va mi experiencia:


Tango que me hiciste mal… y sin embargo


Por eso, cuando lo siento,
le abro de mi alma las rejas
y entra cantando sus quejas
a amargar mi sentimiento.
Entonces, mirá, no miento
veo que en mi pecho anida
todo el dolor de la vida
y por eso me encurdelo;

Allí enciende la pasión
que en el alma esta dormida,
nos habla de la querida,
del amigo traicionero
y es un grato mensajero
que no cabe en el olvido

Tango que me hiciste mal
y que, sin embargo, te quiero
porque sos el mensajero
del alma…
un grato mensajero que
Se nos cruza en la vida.

Apología del Tango
Enrique Maroni


No hay ninguna otra danza como el tango que conecte tan íntimamente a dos personas, y a esta con su propia alma, tanto emocional como físicamente y más aún es un baile que nos lleva muy profundamente a nosotros mismos. El tango se baila “escuchando el cuerpo del otro” y por ello quizás Borges decía que “el tango es un modo de caminar”.
El tango tiene la enorme capacidad de trabajar en el campo de la emotividad desde la sensopercepción, logrando una observación diferenciada de lo cotidiano a través de su música, su danza y sus letras.
Hoy se han difundido ampliamente las bondades que la danza del tango aporta como instrumento terapéutico para el crecimiento personal y por alguna curiosa razón “causal” ha sido considerado recientemente “patrimonio cultural de la humanidad”, porque en definitiva, el tango es para quien lo baila un maravilloso llamado del alma.
Parto de la comprobada convicción de que el tango esconde dentro de sí la oportunidad de conectarnos íntimamente con nosotros mismos y con los otros. El tango nos permite simbolizar a través de gestos y códigos un camino de introspección que nos acerca a nuestra alma, a esa parte inmortal de todos los hombres que perdura a través del tiempo. Permite la liberación de nuestros pensamientos, prejuicios, recuerdos y mandatos para abrazar el camino que el alma de cada uno ha elegido en este día de escuela de la vida terrenal.
De ese modo cuando nos adentramos en los primeros acordes de un tango empezamos a sucumbir, - sin siquiera darnos cuenta - en la noche más oscura del alma. Y por más esfuerzo que hagamos en disimular nuestro ahogo allí esta persiguiéndonos como a Get,- el mago- en las tierras de Terramar. En este maravilloso libro, un aprendiz de mago persigue por mares y tierras lejanas - enfrentándose a numerosas vicisitudes - a su sombra, a su parte más oscura. Y cuando finalmente se encuentra frente a ella, reconoce que esa parte oscura también es él mismo y la abraza reconociendo su parte más negada de sí mismo.
El alma se refleja en el cuerpo, y aquella nos habla a través de el, y como afirma John P. Conger, en realidad, el cuerpo es la sombra, el cuerpo encierra la conmovedora historia de todas las ocasiones en las que asfixiamos y reprimimos el flujo espontáneo de nuestra energía vital con la desagradable consecuencia de terminar convirtiéndolo en un objeto mortecino.
Y su buceamos justamente desde el cuerpo en esas letras de los tangos, donde pareciera que ellos nos hablan con voz propia, aún sin su música sonando. Como recita la letra de un tango anónimo:

“la vida es un espejo,
Que siempre refleja
El alma de que lleva adentro
Es una luz que alumbra en la oscuridad “.

Algunos hablan de esa “lujuriosa sensualidad” del tango. No olvidemos que el tango del 1900 se desarrolló en ambientes prostibularios como antesala del sexo, y no es un secreto para nadie. Ahí están los títulos picarescos de tantos tangos arcaicos que lo atestiguan (“Sacúdeme la persiana", "Qué polvo con tanto viento", "Con qué trompieza que nos dentra", "Dos sin sacar”,” la cara de la luna”, etc.)

Es así, el tango- dicen los que saben- es un baile esencialmente sensual, sin embargo, la sensualidad no siempre surge límpida y se desarrolla instintivamente, a veces se aprende, se estimula, uno se deja o no fluir .En ese fluir surge la maravilla de verlo bailar. El tango permite decodificar el mensaje interpretado como: Soy deseable sexualmente, puedo ser deseada y querida. Puedo ser deseado y querido.
El tango es hacer el amor, nos hace reír, nos hace llorar. Y como afirma Victoria Colosio, El Tango es una danza pasional. También lo es la vida de pareja, por la figura idílica que representa.
Cuando nos preguntamos si hemos perdido nuestra alma, miremos en nuestro bailar como ella allí nos llama y preparemos las respuestas para cuando el tango diga,

Me pregunto vida mía, alma mía, qué ha pasado
que ya no estás más a mi lado y no sé encontrarte más.

El tango también nos permite aprender la humildad, la humildad de esperar al otro en sus propios procesos, en reconocer agradables pasos cuando nos llevan a volar por una pista de baile. Es decirle al otro “que bien esto que hiciste, ¿me lo enseñas? Es repetir una y otra vez en una clase de baile los errores cometidos para aprender a rectificarlos.
Recordemos que ella, el alma, siempre esta. Y si algún desprevenido cree que el tango es difícil de bailar, más difícil es mirar lo profundo de nuestra alma a través de su disfraz.
Y si el poeta conversa con el alma por intermedio de las palabras, la danza conversa con nosotros a través de su andar y aunque ese andar de aprendiz de baile te haga trastabillar recuerda siempre la letra de un tango querendón.

Porque decir tango es remitirse a una orquesta, a ese bandoneón cuyo fuelle se queja, se lamenta, y necesita tomar aire para expresar lo que siente. En el tema “La última curda” (música de Aníbal Troilo y letra de Cátulo Castillo) se dice: “Lastima, bandoneón, / mi corazón / tu ronca maldición maleva... / Tu lágrima de ron me lleva / hasta el hondo bajo fondo / donde el barro se subleva”. Quizás por ello cuando bailamos el tango, los acordes del bandoneón se quejan al ritmo de nuestra alma. Pero también nos liberan como un bálsamo dejando llevar los recuerdos, las añoranzas, los miedos, los controles y los viejos recuerdos. Veamos en las letras de estos famosos tangos ese pesar del bandoneón:

Igual que vos soñé...
Igual que vos viví
sin alcanzar mi ambición.
Alma de bandoneón
-alma que arrastro en mí-
voz de desdicha y de amor,
te buscaré al morir,
te llamaré en mi adiós,
para pedirte perdón,
y al apretarte en mis brazos,
darte en pedazos
mi corazón
“Alma de Bandoneón”
Enrique Santos Discépolo

Gime, bandoneón, tu tango gris,
quizá a ti te hiera igual
algún amor sentimental...
Llora mi alma de fantoche
sola y triste en esta noche,
noche negra y sin estrellas...
“Nostalgias.” Enrique Cadícamo

El tango cuenta también en su orquesta con el violín, y a pesar de ser el más pequeño y agudo de la familia de los instrumentos de cuerda clásicos, su sonido procede de una exquisita y dura madera que le regala su inconfundible acústica. Homero Manzi, en el Tango “Tal Vez será su voz”, nos dice:

¿Quién pena en el violín?
¿Qué voz sentimental
cansada de sufrir
se ha puesto a sollozar así?
Todos hemos oído decir alguna vez que el “violín tiene alma” y la literatura en general coincide en afirmar que técnicamente el alma – o poste sonoro- es una pequeña barrita de madera que se coloca entre las tapas superior e inferior, más o menos debajo del puente, y que cumple dos funciones esenciales: proporcionar la solidez necesaria para que el instrumento pueda soportar la enorme tensión a la que le someten las cuerdas, y comunicar las vibraciones que el puente transmite a la tapa superior, al resto de la caja de resonancia, para amplificar de esa manera tan sorprendente esa pequeña onda sonora producida por las delgadas cuerdas.
Es como si el alma al sentir el sonido del violín pudiera como aquel soportar los embates de la vida y la tensión que ella a veces nos depara, y pudiera al mismo transmitir la enseñanza que vinimos a aprender en esta vida.
En este andar de instrumentos no podemos dejar de mencionar al piano. Dicen los que saben que en la función de soporte rítmico que nos brinda, la mano izquierda es utilizada en unísono con el contrabajo mientras la derecha va tocando los acordes en una tesitura distinta para cada negra. Las semicorcheas de la mano izquierda van junto al arrastre característico del contrabajo. Quizás sea como afirma Ursula Le Guin en su libro “La mano izquierda de la Oscuridad”. La luz es la mano izquierda de la oscuridad y la oscuridad la mano derecha de la luz. Ese sentir del piano, quizás nos acerque sin notarlo a nuestras partes más oscuras en la luz.
Por otra parte, el contrabajo, instrumento robusto si lo hay, llega al tango por la necesidad de fortalecer el ritmo y robustecer la orquesta, quizás para que no sintamos que todo en el tango y en sus letras es “tragedia y presagio”.
Asimismo, la guitarra ha sido inspiración de numerosas poesías y habitualmente se la relaciona a la mujer - acarician guitarras cual si fueran mi cuerpo-. Federico Lorca escribe sobre ella:
Empieza el llanto de la guitarra.
Es inútil callarla. Es imposible callarla.
Llora monótona como llora el agua,
como llora el viento sobre la nevada.
Es imposible callarla.
Llora por cosas lejanas.
Esta orquesta compuesta de tan maravillosos instrumentos nos acerca invariablemente a nuestras sombras y a nuestra alma, y probablemente la revelación más importante de la investigación científica de la música fue el descubrimiento de que ella es percibida por esa porción del cerebro que recibe
el estímulo de las emociones, las sensaciones y los sentimientos, sin que entren en juego los centros cerebrales de la razón y la inteligencia.
Hay un reconocimiento difundido de que dentro de la música hay algo simbólico de la experiencia de la vida del hombre. Ciertamente parece que hubiera música adecuada para todos los estados de ánimo y actividades del ser humano.
La importancia de este hecho para la terapia musical, es explicada por Schullian y Shoen: "La música, sin depender del 'cerebro jefe' para obtener entrada al organismo puede todavía excitar mediante el tálamo -la estación de cambio de todas las emociones, sensaciones y sentimientos. Una vez que un estímulo ha llegado al tálamo, el 'cerebro jefe' es automáticamente invadido, y si el estímulo continúa por algún tiempo, puede establecerse un contacto íntimo sobre el 'cerebro jefe' y el mundo o realidad". .. La música esta hecha de un material que es por si mismo el mas poderoso estimulante conocido entre los procesos de la percepción...La música opera en nuestra facultad emocional con mayor intensidad y rapidez que el producto de cualquier otro acto humano…
El Psicólogo Juan Pedro Manghera dice que “el tango perfora el corazón de la nostalgia y carga sobre sus propias espaldas la absolución de los errores personales, convirtiéndose por lejos en un acto de salvación. La nostalgia es la palabra clave que el tango materializa en su idioma y la hace un territorio compartible, espacio que alza el vuelo de los recuerdos en los hechos de dolor común. Del recuerdo nadie se aleja y sólo adquiere mayoría de edad con los años vividos y la posibilidad de reconstruir una historia…. El tango ofrece el marco social adecuado que contiene como un sostén cultural las vicisitudes universales de la relación del hombre con los otros, con el mundo, con la fe, ideas genéricas que giran en torno del amor, de la vida, los desprendimientos y las frustraciones propias del género humano. Es una geografía común con superficies compartidas que representan una estabilidad sicológica donde nadie se saca ventajas. Es un reproche uniforme de resignación forzosa ante cosas que son propiamente humanas y de todos.
Escribe Rodolfo Dinzel en su obra que “el tango es una danza (la ansiosa búsqueda de la libertad), es decir nos abre esa posibilidad de desarrollar la conciencia individual, en la búsqueda de mayor sensibilidad, mayor expresividad y manifestación de libertad.
La rosarina Victoria Colosio enfoca al tango dentro de la melancolía del alma, que elevada llega a cantar aquello que la entristece y el sentido de logrado tiene una virtud liberadora de la pena y el dolor. El tango, enfatiza, es un mensajero de la existencia, la injusticia de la vida… es algo serio y grave, se muestra lloroso, permitiéndonos sospechar que no se trata de mero reír porque es suave y fina tristeza, dispuesta a no importunar, sazonada con el antídoto de la serenidad y la comprensión….
Si me permiten una disgregación personal, cuando bailo un tango solo quiero borrar, borrar con los pies las heridas del alma, y bailo libre, suelta como nunca, cada pareja ocasional con la que bailo borra un poco más ese dolor. Todas las parejas con las que bailé me protegieron, me cuidaron, me mimaron las heridas... y que notable, me deje llevar..... Confié, me deje fluir y el piso de madera brilló más que nunca.

martes, 3 de noviembre de 2009

La Terapia Floral: un nuevo amanecer


La Terapia Floral ha recorrido un largo camino y hoy se encuentra en un punto de transición muy cercano a alcanzar los objetivos de su motivo de fundación.¿Que se propone la Terapia Floral? Inicialmente aliviar el dolor, paliar el sufrimiento y procurar la cura. Este objetivo es semejante al que persiguen otras terapéuticas, pero, lo que esencialmente diferencia a la Terapia Floral es que busca ayudar a las personas a liberarse de la esclavitud de los afectos que los atan al pasado.Hay que pensar que las causas de nuestros males residen en las emociones que no expresamos, que sofocadas, en algún momento de nuestra historia, no dejaron por eso de existir. Afectos que son las marcas vivas de experiencias dolorosas que, pendientes aún de solución, retornan, desde la historia, disfrazadas como síntomas, sueños o vínculos. Afectos que representan los apegos a patrones de conducta que nos hacen sufrir y de los cuales, sin embargo, no podemos desprendernos.En este contexto los síntomas corporales, por ejemplo, son gritos en el cuerpo de los afectos que la conciencia no quiere reconocer y que la memoria no quiere recordar. Representan la presencia del pasado en el hoy. Un pasado que nos estanca, que nos limita, que no nos deja avanzar en la vida... Naturalmente, entonces, parte de la propuesta de la Terapia Floral consiste justamente en ayudar a que las personas expresen (hagan a-florar) los afectos sofocados, ya que nada puede ser curado en ausencia y nada, tampoco, puede ser dejado atrás, sin antes haberlo vivido intensamente.Consecuentemente, este proceso genera en cada persona la capacidad de poder despedirse de la neblina del ayer y así ser capaz de ver el sol del presente en toda su claridad.Por este sendero los seres humanos se liberan de los anclajes del pasado que los atan a circuitos de reiteración de hábitos inadecuados; anclajes que en lugar de ser la manifestación de "afectos" genuinos, emergen como "afecciones" que nos llenan de desdicha. En este punto, la Terapia Floral, converge con el Psicoanálisis y la Medicina Psicosomática.Esta perspectiva que alienta la Terapia Floral, creada hace mas de 70 años, por el Dr. Edward Bach, intenta acentuar el valor de los afectos como una experiencia esencial de la vida y hacer hincapié en que los síntomas, vínculos y emociones que pueblan nuestra vida siempre poseen un sentido. Que nada es casual, que todo lo que nos acontece son citas que la vida propone para que podamos aprender. Que la tierra es una escuela en donde, en este día de colegio que es nuestra vida, tenemos la posibilidad de crecer y evolucionar.Para poder ayudar en este proceso la Terapia floral ha desarrollado una serie de remedios, naturales y de una significativa acción benéfica para el organismo, remedios que actúan sobre nuestro mundo emocional y desde allí sobre toda la personalidad. Personalidad entendida como una estructura que abarca tanto el psiquismo como el cuerpo, en tanto, cuerpo y mente son solo conceptos para hablar de un único existente que se enferma.En esta dirección la Terapia Floral proporciona bienestar y alivio a los padecimientos de una persona sin hacer distinción en que esfera de la persona estos se encuentren. Ya sea una depresión, una diabetes, angustia o asma, la flores siempre hacen su aporte. En muchos casos, también, se logra la cura pero, aunque no sea así, siempre transforman la actitud del paciente de un modo positivo.Como en todo arte de curar, los resultados son siempre acordes a las posibilidades de la naturaleza de la terapéutica usada, la situación del paciente y del padecer que se trata de sanar. Pero bien vale la pena la experiencia de transitar por las esencias florales camino a encontrarse a uno mismo y sanar las heridas del cuerpo y del alma. Luego de la experiencia, es el momento de evaluar los resultados con un espíritu abierto ante lo nuevo aún cuando cuestione las creencias que tenemos sobre la salud, la cura y la enfermedad y aún cuando lo que nos aporte no sea lo que esperábamos. Es que, muchas veces, ocurre, en la Terapia Floral, que uno va por lana y sale trasquilado. Y es que las esencias florales no siempre proporcionan lo que se anhela sino aquello que realmente necesitábamos, aún cuando ignorábamos que cosa era y aún cuando sus bendiciones se hacen carne en la conciencia bajo al forma de una vivencia inesperada, paradójica o "inoportuna".La Terapia Floral ofrece al hombre una nuevo amanecer. Nos hace descubrir que el cuerpo no es una carga sino el pivote de nuestra existencia; que existir es coexistir y que es sólo en la dinámica de un vínculo de amor como evolucionamos y sanamos. Nos enseña a reconciliarnos con nuestras emociones, cualquiera sean, ya que, todas nos son necesarias y todas cumplen una función importante en nuestra vida, aún aquellas que tienen muy mala prensa como el apego, la envidia o los celos. Al mismo tiempo, nos hace comprender que para poder evolucionar los seres humanos debemos incluir nuestras enfermedades como parte del proceso de crecimiento, ya que, no son un mal a erradicar sino una señal a entender y desarrolla la convicción de que los remedios florales despiertan en cada uno de nosotros las fuerzas autocurativas, ya que, la medicina cura, pero es la naturaleza la que sana.Pero, por sobre todas las cosas, la Terapia, Floral ofrece la posibilidad de la experiencia de una relación terapéutica en la cual ir descubriendo cuales son las cosas que nos han conducido al sufrimiento y por medio de este encuentro creativo y reparador aprender a transformar los recuerdos dolorosos en caricias, el peso del ayer en un intenso presente y la desdicha en felicidad. ¿Podemos pedir algo más?
EDUARDO H. GRECCO


jueves, 22 de octubre de 2009

La alimentación de los niños de hoy y las esencias florales.

La limpieza interna depende de la dieta, para lo cual deberíamos elegir bebidas y alimentos limpios, sanos, y tan frescos como sea posible…. La carne de cualquier animal debería ciertamente ser evitada, porque suministra al cuerpo demasiadas toxinas; en segundo, porque estimula un apetito anormal y tercero porque implica crueldad hacia el reino animal…” Eduard Bach.


La aparición de personas que presentan trastornos en la respuesta ante la exposición a múltiples compuestos químicos es cada vez es mayor. Este fenómeno fue descrito en la década del 50 del pasado siglo, por el doctor Theron Randolph, y ha recibido diferentes denominaciones Sensibilidad Química Múltiple (SQM,) Síndrome de hipersensibilidad química, Alergia universal, Enfermedad del Siglo XX, Síndrome de Respuesta a las Sustancias Químicas, Enfermedad ecológica, etc. [1] Cualquiera sea el nombre científico que queramos darle, la alimentación es uno de los temas centrales que impacta directamente sobre la salud y comportamiento de este síndrome en niños. Mi propia experiencia y la vasta información que se ha difundido sobre el tema, permiten afirmar con bastante certeza que la ingesta de determinadas comidas produce en estos niños un importante cambio abrupto de comportamiento, notable y desestabilizador y trasladados a otros ámbitos de su desempeño, tales como la escuela y la relación con sus pares.

Intolerancia alimentaria:
o Productos sintéticos
o Conservantes
o Colorantes
o Leche y derivados
o Harina de trigo y otras
o Cereales
o Medicación alopática
o Perfumes y desodorantes


Comportamiento asociado a la intolerancia
o Hiperactividad
o Irritabilidad
o Déficit de atención.
o Pérdida de rendimiento escolar
o Falta de concentración
o Tics nerviosos
o Sangrado nasal
o Enuresis primaria
o Reacciones alérgicas en piel
o Acidez.
o Tos crónica producto de la acidez
o Laringitis por reflujo
o Malestar generalizado.
o Diarreas
o Molestias estomacales
o Obstrucción nasal

Respecto de la alimentación podemos analizar dos argumentos de las razones por la cual estos niños poseen una importante intolerancia alimentaría a determinados alimentos: a) por un lado la propia enseñanza que nos vienen a regalar, donde nos muestran la necesidad de que cambiemos nuestros hábitos alimenticios por comidas más sanas para nuestra salud y b) la propia sensibilidad y vibración de estos niños
El cuerpo físico del niño con alma evolucionada también es muy sensible. Con frecuencia ellos no pueden tolerar alimentos procesados y comidas aditivas. También responden de mala manera al azúcar y a la cafeína.Esto quiere decir que los dulces, bebidas con colorantes artificiales, galletas, pasteles, hamburguesas y chocolates crearán un comportamiento disfuncional e hiperactivo en el niño. Alimentar a un Niño con chocolate y coca-cola literalmente es el equivalente a darle al niño una droga. Su sistema responderá volviéndose demasiado activo – produciendo comportamiento hiperactivo- seguido por un “choque” o berrinche cuando los efectos desaparecen y el niño “regresa” y sufre de retiro de los síntomas de la azúcar y la cafeína.Esto también puede significar que una dieta “normal” no será tolerada por muchos. El pollo y la carne están llenos de hormonas, antibióticos y químicos, y la mayoría de los alimentos refinados o procesados que hay en los supermercados también contienen químicos que pueden no ser tolerados. Además, el niño puede ser intolerante a los cereales, produciendo síntomas como eczema, problemas digestivos y desórdenes de sinusitis y de oído/nariz y de garganta.
Esto es lo más difícil de monitorear, ya que la compra cómoda y la presión de la sociedad significa que el niño estará expuesto al “glamour” de la comida chatarra.[2] Y en este sentido a veces – y lo he aprendido en carne propia- los niños prefieren una tarde alegre con un helado sintético y repleto de colorantes que una “prohibición” constante sobre determinados productos. No olvidemos que son niños y necesitan vivir y disfrutar como otro niño cualquiera.
Por otro lado, en las sociedades donde vivimos resulta difícil cuando no imposible alejar nuestra dieta de productos sintéticos y el acceso a productos de origen orgánico no está tan difundido ni controlado como debería ser.
La mayoría de los padres se dan cuenta que el temperamento o humor de sus hijos, así como los niveles de energía que manejan, se afectan por el tipo de comidas y bebidas que ingieren. Los factores nutricionales tienen una relación directa con la conducta de los síndromes como el de Déficit de Atención, la Hiperactividad, la irritabilidad y la fatiga.
Ya está comprobada la influencia negativa que tienen los alimentos con colorantes artificiales, azúcar y aditivos, sobretodo antes de ir a dormir. No obstante, los niños prefieren seguir ingiriendo este tipo de comida chatarra porque es "más sabrosa". La comida "sana" no sabe igual.
La mayoría de estos niños son muy quisquillosos para comer. Son extremadamente sensibles a la textura de la comida, a los sabores y a los olores. Los padres tienen que tener conciencia de esto, y en la medida de lo posible permitirles comer lo que ellos desean y no comer los alimentos que ellos rechazan. La comida es energía y por lo tanto contiene un nivel vibracional. Mientras más sana es, mayor será su vibración. Los Niños evolucionados en sus almas tienen que mantener un nivel vibracional elevado para poder llevar a cabo su misión. Por lo tanto, el mayor regalo que un padre puede darle a sus hijos es enseñarlo a comer correctamente, mostrándole el nivel energético que contienen los alimentos y cómo, a través de la experiencia directa, se van a sentir después de comer comida chatarra o baja en contenidos vibracionales; esto es enseñarles a diferenciar el nivel vibracional de cada alimento para que sean ellos mismos los que aprendan a elegir que alimento los va a hacer sentirse bien.
La comida contiene energía vital. Lo que mata la energía vital es el uso del microondas, el consumo de alimentos congelados y enlatados. La energía vital se mantiene en los alimentos únicamente 20 minutos después de haberlos cocinado y licuado. Por tal motivo es indispensable consumir alimentos vivos, frescos, diariamente.
Los alimentos refinados como el azúcar y las harinas blancas, los colorantes y conservantes artificiales no contienen ningún tipo de energía vital. Hay que evitarlos y sustituirlos por alimentos sanos y disfrutable: amaranto, granola, semillas como las almendras, nueces de la India, fruta fresca.

Los padres tienen que aprender a observar los cambios bruscos de conducta en sus hijos y analizar detenidamente si estos vienen después de haber comido o bebido algo en especial. Una vez que aprendan a detectar estos cambios de conducta pueden ver cuáles son los alimentos que los producen y generalmente van a ser alimentos como refrescos, con un alto contenido de azúcar refinada y colorante artificial, cafeína y chocolates. En estos casos sería conveniente eliminarlos de la dieta de sus hijos y observar los resultados.[3]
Una lista recomendable de alimentos debería incluir las siguientes recomendaciones:
*Quitar caloría vacía como son los cereales de caja, panecillos, harinas y azucares refinadas, refrescos, galletitas dulces con colorantes.
*Incluir miel de abeja, azúcar moscabado, alimentos integrales.
*Darles a consumir alimentos vivos, frescos y sanos.
*Incorporar algunos suplementos dietarios naturales en base a omega, algas y lecitina de soja.
*Beber abundante agua.



Reconozco por experiencia propia que es inevitable que en algún momento nuestros hijos ingieran estos productos a lo largo de su propio crecimiento, por lo que resulta atractivo contar con algunas esencias florales que permitan la “limpieza interna” de la que nos habla Bach y fomentar la autocuración. Sin embargo, y aunque la fórmula que analizaremos más abajo tienta a pensar en la misma como una respuesta “sanitaria”, deseo analizar en ella el contenido que Bach intentó trasmitir sobre el proceso de curación y su visión “iniciática” de la enfermedad. Como explique en otras líneas incluimos flores de otros sistemas florales…. Flores al fin.

Esencias Florales alimentación:

Crab Apple:

Está representado por el arquetipo de "la Purificación", como liberación de lo que es extraño a la esencia del ser.
Dice Bach sobre esta Flor: “es el remedio de la purificación y puede aplicarse a todos aquellos que sienten como si en ellos existiese algo que no está del todo limpio. … por tratarse de un remedio purificador limpiará las heridas si el paciente tiene alguna razón para creer que algún veneno ha penetrado en su cuerpo.” [4]

Beech:

Esta flor esta representada por el arquetipo de la “intolerancia” y Bach la ubica dentro del grupo de “sobreprotección o excesiva preocupación por el bienestar ajeno” y describe esta flor con la siguiente descripción: “ para aquellos que sienten la necesidad de ver más bondad y belleza en todo lo que los rodea, y aunque muchas cosas parezcan estar mal, tienen la virtud de ver el bien creciendo en su interior. El remedio los ayuda también a ser más tolerantes, indulgentes y comprensivos con respecto a los distintos caminos que cada individuo transitan en su intento de llegar a la perfección final”. [5]

Chaparral:

Esta flor limpia a nivel mental al estilo de crab apple. Es una planta muy útil en personas cargadas o intoxicadas por tensione psíquicas provenientes de estímulos cotidianos u otras emociones violentas que perturban su orden interno. Limpia y organiza psíquicamente a los individuos expuestos a cargas energéticas negativas o estrés. [6]
Según Espeche y Grecco, esta flor se ubica dentro del grupo de “vida energética” y trabaja restaurando y renovando las energías vitales y equilibrando las fuerzas curativas.[7]

Self Heal:

Esta flor del sistema de California, - “curar-se”- favorece la confianza en uno mismo y permite desarrollar la capacidad interna de curación que cada persona posee.
Stern nos comenta respecto a esta flor que “favorece al confianza en uno mismo, y permite desarrollar la capacidad interna de curación y transformación que cada individuo posee.” [8]
Volviendo a la visión de Espeche y Grecco, esta flor se ubica en el grupo de “autorrealización” ya que trabajan sobre la apreciación, sobre el propio valor, dan seguridad limpian y suavizan el alma, dan aprecio del propio cuerpo. [9]


Si intentamos hacer un ejercicio de superar la visión tradicional “sanitaria” y de estricta limpieza que nos plantea – a simple vista- la fórmula descripta, podríamos afirmar centrándonos en el legado de Bach y su invitación a una visión iniciática de la cura de la enfermedad, los niños de hoy al usar esta fórmula podrían alcanzar otras experiencias. En primer lugar, y aún sin llegar a identificarse demasiado con sus cuerpos, estos niños deben tratar a los mismos con respeto y cuidado, de modo de mantenerlos sanos y que resistan al tiempo suficiente como para cumplir su misión. – y enseñen a otros los mismos conceptos- [1]. En segundo término. el cuerpo es un simple vehículo del alma y servidores de nuestra voluntad – de los niños en este caso. El tercer componente es el de la necesidad de mantener y restaurar la energía vital, sellando el cuerpo etérico y liberando tensión (típico en estos niños) y por último, aprender a valorarse, suavizar el alma y confiar en el propio poder de curación.


Coincido con Claudia Stern cuando afirma que es conveniente investigar si las alergias pueden indicar un nivel profundo de temor, tal vez algún miedo a tener que participar más plenamente en la vida, o a despojarse de determinadas ayudas para ser más independiente, dado que padecer de alguna alergia supone también una forma de obtener más compasión, apoyo y atención de los demás. ¿A qué son realmente alérgico? ¿ Ante qué reacciona de un modo excesivo? ¿Qué es lo que verdaderamente origina la irritación y la gran respuesta emotiva de su organismo? ¿Qué es lo que tanto temen que entre en su interior, hasta el punto de reaccionar con tanta virulencia en su contra? ¿Existe algo que me inspire suficiente recelo como para proyectarlo lejos de ellos?[1]

Podemos inferir conforme a la visión que nos plantea Bach y que analizamos al inicio de este trabajo - ¿por qué las almas evolucionadas de estos niños enferman?- que las razones del enfermar a través de una alergia alimentaria tendría vinculación, siguiendo aquella lógica:
1º) Los niños con alma evolucionada tienen males que en realidad no son de ellos sino para ayudarnos a aprender que debemos cuidar nuestros cuerpos ingiriendo alimentos sanos para cuidar el “hogar del alma”.
2º) La enfermedad es el resultado de la “interferencia” de los adultos aportando a estos niños dietas vacías en calorías, sintéticas y plagadas de conservantes,
3º) Lo dificultoso que resulta para estos niños cumplir sus misión ingiriendo comidas que no les permite mantener su nivel vibracional elevado para llevar a cabo su misión.
4º) Estos niños generan “altas expectativas” en lograr principalmente en sus padres y maestros una mejor evolución también con aquello que comemos, y que cuando no lo logran (por ejemplo mejorar la dieta familiar o cambiar las golosinas de las cantinas escolares) surgen en ellos sentimientos conflictivos y frustración.
5º) Al ser (al decir de Bach) la salvación y evolución una tarea “colectiva”, ese “día de colegio” que nuestros niños nos desean enseñar a través de conductas alimentarias puede llevar a que perciban rápidamente cuando otra salmas no se acercan a su cometido.
6º) Una nueva encarnación trae consigo una valija de temas pendientes que resolver (individuales y colectivos) que requiere para el niño una resolución común (la ingestión de carne, el cultivo de productos orgánicos libre de conservantes, el uso de pesticidas, el equilibrio del medio ambiente).

En definitiva, pensar recetar en términos de cuerpo-alma, energía vital, valoración y autocuración, es una manera de recetar “mirando al cielo” , es conducir a los niños en su camino de iniciación, al decir de Eduard Bach, y es acercar una escalera para que el alma de estos niños se conecten más con el Creador pero también con la Tierra. Un niño es eso, “un niño”, no es un adulto, no es un mesías, y por más dones espléndidos que ellos tengan tienen sobretodo el derecho a la infancia, acompañémoslos entonces en ese camino entre la tierra y el cielo. Receten mirando al cielo pero con los pies en esta bendita Tierra.
Graciela


[1] STERN, Claudia, Las alergias, en http://www.esenciasflorales.net/inicio/ARTICULOS/art2/alergias.htm Consultado el 20 de julio de 2009.
[1] BACH, Eduard, Op. Cit, pág. 132,
[1] ORDAZ CASTILLO, E. Marqués Marqués, F. Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple a sustancias químicas: Un problema ambiental emergente. Revista Salud Ambiente, 2001;1(2):92-6
[2] FUNDACION PARA LOS NIÑOS Y JOVENES DE LA NUEVA ERA. Página Web [ http://www.indigos.com.mx/ ] Consultado 3 de abril de 2009.
[3] Ibidem.
[4] BACH, Eduard, Op. Cit, pág. 85.
[5] Ibidem, pág. 86.
[6] STERN, Claudia, Remedios Florales de California, Ed. Lugar Editorial, 2º ED, 2001, Buenos Aires, Pág. 61.
[7] ESPECHE, Bárbara y GRECCO, Eduardo, Flores de California. Manual práctico y clínico, Ed. Continente, 6º Ed, Buenos Aires, pág. 93.
[8] STERN, Claudia, Op. Cit, pág. 122.
[9] ESPECHE, Bárbara y GRECCO, Eduardo, Op. Cit, pág. 139.